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sábado, 27 julio 2024

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El paisajismo será clave para las instalaciones del nuevo Club de Mar

Las plantas autóctonas y un sistema de reaprovechamiento del agua serán dos de los principales protagonistas de este proyecto

El paisajismo será clave para las instalaciones del nuevo Club de Mar

Uno de los aspectos fundamentales del nuevo Club de Mar Mallorca será el proyecto de paisajismo que integrará sus modernas instalaciones en la nueva fachada marítima de Palma con una imagen estética en la que la naturaleza se integrará con todo el entorno.

El paisajismo tiene el poder de transformar espacios modificando su apariencia, pero también su alma. El estudio madrileño La Rosa Maura, que ha colaborado en proyectos como el Museo Chillida Leku, en el País Vasco, la Illa del Rei, en Mahón, y los hoteles Cristine Bedfor y Son Vell también en Menorca, es el responsable de desarrollar el proyecto paisajístico del nuevo Club de Mar.

Las plantas autóctonas y un sistema de reaprovechamiento del agua serán dos de los principales protagonistas de este proyecto cuya filosofía es aportar un entorno más amable en una zona que soporta altas temperaturas en verano y un alto índice de actividad y trasiego de personas y vehículos.

El proyecto se ha dividido en dos zonas esenciales. Por un lado, la separación entre el club y el Paseo Marítimo y la zona de las estaciones marítimas y, por otro, los nuevos edificios.

El borde del Paseo Marítimo, un espacio de casi 600 metros desde la antigua entrada hasta la que se utiliza en la actualidad, será una línea de vegetación que se convertirá en un cuadro inmenso. La base será un arbusto de color gris, un fondo neutro. Sobre ese fondo irá una sucesión de cerca de diez tipos de trepadoras mediterráneas con tonalidades diferentes, azules, rosas, amarillos…, que darán color y vida a ese cuadro con una secuencia de repetición.

En la parte que va desde el final de la dársena, en las estaciones marítimas, hasta la entrada antigua, donde se forma un talud por la diferencia de altura con el Paseo Marítimo, las protagonistas serán las plantas arbustivas mediterráneas con el mismo arbusto, el eleagno, que se colocará como base en la zona del Paseo Marítimo y también enredaderas parecidas a las de la zona anterior. En esa zona habrá también arbolado y se aprovecharán algunas de las plantas ejemplares que estaban ya en el antiguo club como yucas, euphorbias y ficus.

Otra parte importante del proyecto es un gran jardín vertical que adornará la zona del hangar en tres planos norte, este y sur, unos 300 metros cuadrados que se colocarán este otoño y que otorgarán al conjunto gran vistosidad cuando se contemple desde el Paseo Marítimo.

En la zona de los edificios, se generarán muchos espacios en diferentes niveles. En las superficies con más sombra se colocarán plantas más grandes, más vistosas, más escultóricas incluso. En esta ubicación hay que tener en cuenta que hay espacios en planta baja, en la planta primera y también en las cubiertas. Los edificios son muy minimalistas y la cubierta vegetal aportará mucha vida y color al conjunto.

Todas las especies vegetales del proyecto deben estar adaptadas para desarrollarse en una situación de máxima proximidad al mar. Tienen que ser capaces de soportar el viento y una alta salinidad. Una de las plantas estrella que cumple sobradamente estas necesidades será el fonoll marí, típico de Baleares. Toda la vegetación que se sitúe en las zonas más expuestas al sol será autóctona, mientras que en la semisombra las protagonistas serán plantas adaptadas, las habituales en cualquier patio en sombra mallorquín. La idea es aportar mucha variedad, pero siempre con plantas mediterráneas.

Toda la cubierta vegetal del nuevo Club de Mar estará alimentada por un sistema de riego por goteo que reduce al máximo el consumo de agua. El jardín vertical cuenta con un sistema de reutilización, un sistema hidropónico que no necesita tierra, sino que se compone de un panel de lana en la que enraízan las plantas y los nutrientes llegan a través del agua. Unos depósitos recuperan el agua y vuelve a circular por el circuito una vez tras otra, lo que supone un gran ahorro de este cada vez más escaso elemento. De esta manera, queda garantizada también la vertiente de sostenibilidad y cuidado del entorno de este proyecto de paisajismo que aportará alma y color al nuevo Club de Mar.

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