La efectividad del atraque radica en su capacidad para resistir las fuerzas de la naturaleza
En el mundo de la navegación, dominar la habilidad de amarrar un barco es tan vital como comprender las corrientes marítimas. Es una destreza esencial, tan codiciada por los marineros como lo es el conocimiento de los vientos. De hecho, el dominio de esta técnica es un requisito para obtener el PER (Patrón de Embarcaciones de Recreo), lo cual resalta su importancia en el ámbito náutico.
¿Qué es amarrar un barco?
Amarrar un barco implica asegurar la embarcación a un elemento fijo, ya sea un muelle, otro barco o una estructura estática. La efectividad del amarre radica en su capacidad para resistir las fuerzas de la naturaleza, como el viento, las mareas y las corrientes, así como cualquier otro factor externo que pueda ejercer presión sobre la embarcación.
Léxico marítimo relacionado con amarres
Para entender el lenguaje marítimo vinculado a los amarres, es crucial tener claros los términos y conceptos más comunes utilizados en esta habilidad:
- Virar: Enrollar un cabo usando una máquina.
- Cobrar: Enrollar un cabo manualmente.
- Templar: Ajustar la tensión de un cabo.
- Lascar: Aflojar un cabo bajo tensión.
- Tesar: Ajustar la tensión de un cabo o vela.
- Amollar: Liberar gradualmente un cabo.
- Arriar: Aflojar y permitir que un cabo se deslice.
- Largar: Soltar completamente un cabo.
El arte de los cabos de amarre
Para lograr un amarre efectivo, es crucial dominar el manejo de los cabos de amarre. Algunas maniobras esenciales incluyen:
- Amarre por seno: Fijar ambos extremos de un cabo al barco pasando el cabo por un punto fijo en el muelle.
- Encapillar una gaza a un noray: Pasar una gaza por encima de otro cabo, permitiendo que ambos barcos puedan maniobrar sin obstáculos.
- Recoger en adujas: Enrollar un cabo con vueltas circulares.
- Tomar vueltas: Asegurar un cabo dándole vueltas en forma de infinito alrededor de un elemento a bordo.
Diversidad de amarres
Si bien se habla de tipos estándar de amarres, aplicables a una amplia gama de embarcaciones, desde yates hasta barcos de gran tamaño, es crucial seleccionar el amarre apropiado para cada tipo de embarcación.
- Amarres Largos: Comunes y trabajan en la misma dirección que la proa o la popa del barco.
- Amarres de Través: Perpendiculares a la línea de proa-popa, permiten el atraque cercano al muelle.
- Amarres de Spring (o Esprín): En diagonal, ideales para evitar movimientos longitudinales.
- Amarres de codera: Perpendiculares al punto de salida, evitando golpes contra el muelle.
Consideraciones ambientales al atracar un barco
El viento y la corriente son factores cruciales al atracar en un muelle. La elección de los cabos a utilizar y su manejo dependen en gran medida de estas condiciones. Por ejemplo, se debe dar prioridad al cabo largo de proa en caso de vientos de tierra, mientras que la codera de popa es clave en condiciones de viento de mar.
Dominar el arte de amarrar un barco es más que una habilidad, es una combinación de conocimiento, técnica y adaptación a las condiciones ambientales. Esta destreza se convierte en un verdadero arte cuando se adapta con maestría a cada situación en el vasto y desafiante mundo marítimo.