La marina deportiva marbellí instala tres puntos de recogida de pilas para reciclarlas correctamente y evitar situaciones que puedan contaminar el agua
Puerto Banús tiene habilitados tres puntos estratégicos de recogida de pilas usadas y acumuladores (RPA) para su posterior reciclaje. Los puedes encontrar instalados en la gasolinera, en las oficinas de atención al cliente y en el propio varadero. Estos depósitos se suman al Punto Limpio que también está ubicado en el Varadero de Puerto Banús, para la concentración de baterías y otros elementos altamente contaminantes y de trato especial.
En Puerto Banús se mantiene un firme compromiso con el medioambiente y el entorno. Por ello, siguen apostando por la Economía Circular y la puesta en marcha de las cuatro “R’s” de reducir, reutilizar, reparar y reciclar.
Además de contar con contenedores separativos para residuos orgánicos, envases y papel, Puerto Banús también quiere sumar su granito de arena al reciclaje de residuos de pilas y acumuladores (RPA), no solo a nivel interno a través de sus propios trabajadores y en sus propias oficinas administrativas, de marinería y de varadero, sino también a través de campañas de concienciación a los usuarios y visitantes al puerto deportivo, así como al resto de locales comerciales existentes dentro de sus instalaciones.
De esta manera, se han colocado tres puntos estratégicos de recogida de pilas usadas, tanto en la gasolinera para cuando las embarcaciones tengan que surtirse de combustible puedan depositar estas pilas y acumuladores (RPA), así como en la Torre de Control, para el reciclaje de pilas alcalinas utilizadas por su personal laboral de oficina, así como por sus usuarios y visitantes que acuden a las instalaciones portuarias. El varadero también está dotado con un contenedor específico de reciclaje de pilas.
En esa misma zona donde se realizan los trabajos de reparación de embarcaciones, cuentan además con un Punto Limpio, en el que se almacenan y reciclan otros materiales altamente contaminantes, como lo son las baterías, los disolventes, aerosoles, luminarias fluorescentes y otros elementos.
Esta pequeña acción ha propiciado una alianza estratégica con organizaciones como la Fundación para la Gestión y Reciclaje de Pilas y Baterías (Ecopilas) y la Gestión de Logística de Residuos (GRL). Ambas son las encargadas de retirar estos residuos y proceder posteriormente a su trituración y reciclaje en sus plantas habilitadas con la máxima seguridad medioambiental para estas funciones.
No hay que olvidar el peligro que tienen estas pilas usadas, ya que con el tiempo el recubrimiento de las pilas se oxida y deja expuestos los metales que pueden contaminar tanto el aire, suelo y agua. ¿Sabías que tan sólo una pila de mercurio puede contaminar unos 600.000 mil litros de agua? ¿Y que una pila alcalina contamina más de 167.000 litros de agua?
Al reciclar las pilas se permite la recuperación de hasta tres cuartas partes de sus materiales. Si no se reciclan y se tiran con la basura doméstica, pueden acabar en el vertedero y con el paso del tiempo, sus componentes llegarán al suelo o al agua, y de ahí, pasarán a otros procesos vitales de las personas y dañarán gravemente los ecosistemas terrestres.
Separando y reciclando las pilas que se utilizan, se contribuye a que el 75% de sus componentes puedan ser reutilizados en el futuro. Un ejemplo de ello es el hierro que poseen, ya que es uno de los metales que más se reutilizan en el reciclaje de pilas y acumuladores (RPA). Por cada 1.000 kg de pilas alcalinas recogidas, pueden recuperarse más de 250 kg de hierro y níquel que se utilizan para fabricar otros objetos como tenedores y cucharas para la mesa, matrículas de coche, baterías nuevas o paneles fotovoltaicos. De esta manera, se evita que se extraigan nuevos minerales de la naturaleza.