El Club Náutico ha sido el primer puerto del Estado español en instalar biohuts para proteger los peces junior de sus depredadores
Un año después de la instalación de 15 biohuts debajo de tres pantalanes del puerto de Sant Feliu de Guíxols, se ha comprobado que estos hábitats artificiales para peces alevines están contribuyendo a la regeneración de la biodiversidad marina. Los resultados de este primer año de proyecto se han dado a conocer este jueves en el stand que Ports de la Generalitat de Catalunya tiene en el 60º Salón Náutico de Barcelona.
La inspección anual para su seguimiento ecológico la ha llevado a cabo un equipo de buceadores profesionales de las empresas Ecocean, Sublímites, Piscis Diving y del Club Náutico Sant Feliu de Guíxols.
El método
La revisión se ha iniciado con una inspección visual del exterior de los cajones, los pantalanes y la pared del interior del contradicho por parte de un biólogo para conocer el estado biológico del entorno.
Seguidamente, se han extraído dos biohuts de muestra del agua envueltos con una malla para proteger las especies para recoger totala vida que hay encriptada en el interior, la cual se depositó en unos acuarios.
Tanto fuera del agua como durante la inmersión se han detectado numerosas Limariahians, cuatro especies de gambas, cangrejos, platyhelminthes, nudibranchia, trypterygion y otros peces que se han registrado en un cuidadoso inventario. Una vez finalizado el inventario y la clasificación, se han vuelto a montar los cajones y se han colocado de nuevo bajo los pantalanes junto con toda la vida que se había extraído por su estudio con el fin de asegurar su supervivencia.
Los resultados
El informe técnico de la inspección determina que en estos ductos instalados debajo de los pantalanes del puerto hay actualmente 363 individuos de 14 especies diferentes: 64 artrópodos, 280 moluscos, 8 anélidos, 8 platihelmintos, 3 osteíctis y 27 peces.
Apuesta por los biohuts
El Club Náutico Sant Feliu de Guíxols ha sido el primer puerto del estado español en instalar biohuts para proteger los peces junior de sus depredadores. Se trata de un proyecto impulsado por la empresa francesa Ecocean que pretende llevar el hábitat artificial adaptado a los puertos con el fin de aprovechar estas infraestructuras en los ecosistemas acuáticos y marinos y proporcionar las funciones clave de los hábitats de cría: refugio y recurso alimentario.
