El evento, recientemente recuperado y adaptado para la clase Crucero en modalidad A2, concluyó tras una desafiante travesía
El Trofeo 150 Millas, en su renovado formato, culminó este domingo con el regreso a puerto de la flota de la clase Crucero, tras recorrer una travesía de ida y vuelta entre el Club Nàutic Sa Ràpita (CNR) y Ciutadella, pasando por Cabrera.
De las 18 embarcaciones y 36 participantes que zarparon de Sa Ràpita el viernes por la tarde, no todas completaron la regata debido a las condiciones meteorológicas, caracterizadas por la baja intensidad de viento y algunas encalmadas en el Canal de Menorca. “La prueba ha estado marcada por vientos de entre 5 y 10 nudos a lo largo de todo el recorrido. Tras una salida muy reñida, casi toda la flota llegó junta hasta Ciutadella, baliza que los participantes pasaron entre las dos y las nueve de la mañana. Luego, algunas embarcaciones se retiraron en el Canal de Menorca debido a las encalmadas. El resto puso rumbo a Cabrera, bordeándola despacio a una velocidad media de 4 nudos. La flota ha ido muy junta durante todo el recorrido, a excepción de los tres primeros barcos”, explicó Carlos Estellers, responsable de Cruceros del CNR.
La embarcación ganadora del Trofeo 150 Millas fue el Blue Flag de Matías Gil, seguida por el Guaguanco IV de Juan Lallemand (CN Altea) y el Modul de Félix Comas (CV Santa Ponça), que completaron el podio. Tras la regata, el domingo por la tarde, se celebró la correspondiente entrega de trofeos y un picada para los asistentes.
La alta participación en esta edición demuestra que esta emblemática y tradicional prueba, realizada por primera vez en 1995, genera mucha expectación y está en camino de convertirse en una regata de referencia en el calendario náutico balear y nacional para la clase Crucero en modalidad A2. En sus inicios, la regata, creada por varios aficionados vinculados al club, consistía en un recorrido en solitario desde el club hasta la Isla del Aire en Menorca y vuelta. Tras su reactivación en 2023, después de seis años sin realizarse, ofrece un recorrido de ida a Ciutadella, para luego tomar rumbo a la Isla de Cabrera y regresar al club.
Además, para incentivar la participación de embarcaciones de otros clubes, las embarcaciones participantes disponen de derecho de amarre gratuito en el club durante siete días, a elegir entre los días previos o posteriores al evento. “Es una regata muy especial y diferente al resto, y constituye un plan perfecto para aquellos navegantes de crucero con ganas de vivir una aventura náutica y poner a prueba sus capacidades. El recorrido es magnífico y lo tiene todo para disfrutar de la navegación durante varias jornadas”, destacó Miki Bover, director deportivo del CNR.
