La ACNB hace un llamamiento a las autoridades estatales y autonómicas para que desarrollen un marco legal que garantice la supervivencia de los clubes náuticos
La Asociación de Clubes Náuticos de Baleares (ACNB) lamenta la decisión del consejo de administración de la empresa pública Ports de les Illes Baleares de iniciar el procedimiento de reversión y adjudicación de las instalaciones del Club de Vela del Puerto de Andratx (CVPA) en favor del Grupo Iniciatives Portuàries Miral de Mallorca (IPM), y hace un llamamiento a las autoridades estatales y autonómicas para que desarrollen de una vez por todas un marco legal que garantice la supervivencia de los clubes náuticos y el fomento del deporte.
La clase política no puede seguir dando la espalda al proceso de gentrificación de los puertos deportivos de Baleares, donde la presión de grandes empresas amenaza con provocar la desaparición de los clubes náuticos y el cierre del acceso al mar de los residentes locales. La situación de precariedad del Club de Vela Port d’Andratx, a la que cabe sumar la del Club Marítimo de Mahón, el Club Náutico de Ibiza y el Real Club Náutico de Palma, así como la pérdida del Club Marítimo Molinar de Levante, es descriptiva de una situación gravísima que exige la adopción de medidas urgentes. De lo contrario, los puertos públicos de Baleares se convertirán en el negocio privado de unos pocos y las Islas se verán privadas de un valioso patrimonio marítimo.
El consejo de Ports IB que ayer validó la reversión del CVPA debió aceptar que la sentencia del Tribunal Supremo a la que se remite es sencillamente “inejecutable”. El puerto que hoy hereda el Grupo IPM nada tiene que ver con el que era cuando se convocó la licitación en 2002. Es cierto que la resolución reconoce el “derecho” del citado grupo empresarial a ser “adjudicatario”, pero no lo es menos que esa adjudicación debe ceñirse a “las bases del concurso” mediante la ejecución del proyecto presentado en su día. El cumplimiento de esta exigencia no es posible por una razón muy simple: el CVPA ha realizado obras de gran envergadura que han cambiado por completo la fisonomía de la instalación. Pretender que el nuevo concesionario se quede con este patrimonio es tanto como reconocerle el derecho a obtener un beneficio económico que en absoluto le corresponde.
Otro aspecto crucial que Ports IB ha ignorado, confundiendo el “derecho a ser adjudicatario” del Grupo IPM con una supuesta obligación de otogarle la concesión, es que el proceso de licitación al que se refiere la sentencia -del que desistió en su día el Govern balear, propietario de los terrenos- jamás llegó a resolverse. De hecho, ni siquiera se contestaron las alegaciones presentadas por las empresas concursantes contra la puntuación de la comisión técnica. ¿Cómo puede entenderse que el Grupo IPM es el ganador de un certamen que no fue legalmente resuelto?
La ACNB considera que los argumentos esgrimidos por la empresa pública Ports IB para la reversión y otorgamiento de las instalaciones del CVPA no responden a esta cuestión fundamental y anuncia que se personará en todos los procedimientos judiciales que se deriven de la impugnación del acto administrativo aprobado ayer. La indefensión que ha sufrido el club en todo este proceso es inadmisible y requiere una reparación proporcional.