Un año después de su instalación, los cincuenta arrecifes se han convertido en refugio de biodiversidad

Los cincuenta arrecifes artificiales instalados en la lámina de agua del Puerto Olímpico de Barcelona han sido completamente colonizados por algas e invertebrados marinos y se han consolidado como zonas de cría y refugio para más de cien especies en tan solo un año desde su colocación.
Entre las especies que han incrementado su presencia se encuentran moluscos, crustáceos y esponjas, así como peces de los grupos de los lábridos, blénidos y espáridos, que han encontrado en estas estructuras un entorno favorable para su desarrollo. Esta actuación, enmarcada en la gestión del Puerto Olímpico por BSM, responde al objetivo de fomentar la biodiversidad marina y regenerar el litoral barcelonés, situando al puerto como referente en este ámbito.
El proyecto contempla un seguimiento periódico de la actividad submarina y un control científico de la evolución de la biodiversidad y de los fondos marinos. La iniciativa está liderada por la Fundación Barcelona Zoo en colaboración con el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad Politécnica de Cataluña – Barcelona Tech (UPC).
En los últimos años, el Puerto Olímpico ha impulsado distintas actuaciones para transformarse en un espacio renovado y sostenible, en el que conviven la náutica popular, la economía azul, la gastronomía, la cultura y el ocio familiar, integrando la protección del medio marino como uno de sus ejes estratégicos.