Heba Kharouf, la nueva voz femenina de la cocina árabe, atrae la atención internacional y brilla en la Gala Marbella de Gastronomía

Desde el corazón de La Latina en Madrid, restaurante Farah se ha convertido en uno de los templos contemporáneos de la cocina árabe mediterránea. Bajo la dirección creativa de la chef Heba Kharouf, este espacio íntimo y con alma ofrece una propuesta fresca, auténtica y profundamente emocional, en la que confluyen las raíces de Palestina, los aromas del Mediterráneo Oriental y una mirada femenina cargada de sensibilidad y modernidad.
Heba no solo cocina, sino que narra una historia en cada plato. Su cocina reivindica lo doméstico, lo ancestral y lo festivo con elegancia y sin artificios. Desde su apertura, Farah ha sido elogiado por su capacidad para renovar la tradición sin perder el alma, y por invitar a descubrir la diversidad de una gastronomía que va mucho más allá de clichés. Su participación en la Gala Marbella de Gastronomía Internacional en Puerto Banús es un reconocimiento a su talento y una oportunidad para tender puentes a través de los sabores.
¿Qué representa para ti participar en la Gala Marbella de Gastronomía Internacional en Puerto Banús?
Es un honor participar en un lugar tan bien nombrado como el Muelle de Honor. Puerto Banús es de las ubicaciones más reputadas del mundo, unificando el mundo gastronómico, el de la moda y el alto estilo de vida.
¿Crees que este evento puede contribuir a dar visibilidad a la cocina árabe en España y en Europa?
La cocina árabe mediterránea necesitaba un toque fresco y creo que he podido conseguirlo con Farah en Madrid. Es de las cocinas más diversas y complejas por tanta influencia históricamente, y este evento atrae personas cultas y abiertas para probar una nueva propuesta.
Puerto Banús es un lugar emblemático y turístico, ¿cómo influye el contexto del lugar en la experiencia gastronómica que quieres ofrecer?
Para este evento, he elegido ingredientes y platos ligeros y típicos en el Mediterráneo oriental. La ubicación del evento y la nostalgia de Puerto Banús complementa el romance de la región mediterránea, ya sea española o palestina.
¿Qué expectativas tienes sobre la interacción con un público internacional en un evento de esta magnitud?
Espero que esta sea una oportunidad para conectar emocionalmente con un público amplio y diverso, y que la experiencia gastronómica que ofrecemos despierte interés, respeto y curiosidad por nuestra cultura.
La gala une chefs de distintas culturas, ¿qué importancia tiene para ti este diálogo gastronómico?
La cocina es uno de los lenguajes más poderosos que existen para crear entendimiento entre culturas. Este tipo de encuentros enriquecen a todos, porque aprendemos unos de otros, compartimos nuestras raíces y nos abrimos a nuevas ideas sin dejar de ser fieles a lo que somos.
¿De qué manera piensas que la gastronomía puede ser un puente cultural en eventos como este?
Cocinar para alguien es un acto de generosidad, de acogida. En la gastronomía hay una dimensión afectiva muy fuerte. Cuando pruebas un plato típico de otro lugar, entras en su historia, en su cotidianidad, en su identidad. Y eso acerca, une.

¿Qué platos has elegido para la gala y cómo reflejan tu visión sobre la cocina árabe contemporánea?
El entrante es un plato de berenjena cocida en una salsa de tomate rosa, yogur con ajo y piñones —un ingrediente común en la cocina árabe mediterránea—.
El plato principal es un filete de lubina con una salsa de tahini y otra de mostaza Dijon con alcaparras y ajo.
Terminamos con un postre típico palestino con versiones en el Líbano, Siria y Turquía: un nido de hilo de trigo, queso fundido por dentro, sirope de azahar, pistachos y pétalos de rosa.
He querido reflejar en cada plato esa mezcla de tradición e innovación, de memoria y presente, que define mi cocina.
¿Qué mensaje esperas transmitir a través de tu participación en este evento en Puerto Banús?
Espero acercarnos a través de la comida y que veamos que estamos aquí en esta tierra deseando lo mismo: alegría.