Más de 200 peregrinos a bordo de 52 veleros continúan su travesía náutica hacia Santiago

La V Ruta Rías Baixas-Camino de Santiago por la Ría de Muros Noia sigue avanzando a buen ritmo y con condiciones meteorológicas favorables. Hoy, martes, los 52 veleros participantes navegan rumbo a Portonovo tras una noche fondeados en la tranquila Ría de Aldán, uno de los enclaves más bellos de las Rías Baixas.
La travesía, en la que viajan más de 200 peregrinos, incluyó una escala matinal en la isla de Ons, espacio natural protegido y parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas. A su llegada esta tarde a Portonovo, los navegantes serán recibidos con una fiesta gastronómica protagonizada por el marisco local, en homenaje a la riqueza culinaria de la zona. La jornada del lunes ya les permitió un anticipo de esta experiencia, con una parada de cuatro horas frente a las islas Cíes.
Mañana miércoles, la flota zarpará desde el Club Náutico de Portonovo hacia la ría de Arousa, uno de los estuarios más productivos del mundo. El trayecto entre mejilloneras y paisajes de gran belleza culminará en A Pobra do Caramiñal, donde les espera una cena marinera al aire libre.
La V Ruta Rías Baixas-Camino de Santiago no solo es una experiencia náutica: tiene carácter jacobeo. A lo largo del itinerario, los participantes sellan sus credenciales peregrinas en clubs náuticos y establecimientos colaboradores. Quienes completen el último tramo a pie, desde Bertamiráns hasta la catedral de Santiago, recibirán la Compostela. Además, el peregrino que obtenga más sellos será premiado con un “cofre pirata” lleno de productos típicos de la Ría de Muros Noia.
Esta iniciativa recupera el espíritu de las peregrinaciones marítimas medievales, como la del navegante veneciano Pietro Querini en 1431, y forma parte de la Vía Querinissima, un proyecto que aspira a ser reconocido como Itinerario Cultural Europeo. La Asociación Vía Querinissima participa en la ruta con un stand informativo sobre esta red cultural y turística que conecta ciudades de trece países europeos bajo valores de sostenibilidad, identidad y patrimonio común.
La travesía, que se celebra del 30 de junio al 5 de julio, reafirma el vínculo histórico entre el mar y el Camino, en una experiencia única que une navegación, espiritualidad y cultura.