Con el objetivo de restaurar el ecosistema marino y contribuir a la sostenibilidad, ha instalado estructuras subacuáticas

El Port de Tarragona ha finalizado la instalación de ocho arrecifes artificiales en el Parc Subaquàtic, situado en la parte exterior del dic de Llevant. Esta acción, que se suma a la presencia de otras ocho estructuras en el interior del puerto y a las ya instaladas en la playa del Miracle, tiene como objetivo revitalizar los ecosistemas marinos y contribuir a la recuperación de especies marinas, como cefalópodos, y praderas submarinas de Cymodocea. Este proyecto forma parte del Plan de Sostenibilidad del Port de Tarragona con horizonte 2030, el cual persigue restaurar la biodiversidad marina y reducir la huella de carbono mediante la captura de CO2.
El proyecto ha sido ejecutado en colaboración con la empresa Ocean Ecostructures, especializada en la renaturalización de espacios marinos. Las estructuras artificiales están diseñadas para favorecer la colonización natural de especies bentónicas marinas, contribuyendo tanto a la mejora de la calidad del agua como a la fijación de carbono. Estas nuevas instalaciones se suman a las estructuras previas conocidas como Life Boosting Units (LBU), que han demostrado su efectividad en la regeneración de ecosistemas locales, albergando más de 32 especies y capturando más de 133 kg de CO2 desde su instalación.
Las estructuras más recientes se han anclado entre los 20 y 22 metros de profundidad y están organizadas en grupos de cuatro, formando espacios que fomentan la creación de nuevos hábitats marinos. Además del monitoreo científico a cargo de Ocean Ecostructures, la Societat d’Exploracions Submarines (SES), que gestiona el Parc Subaquàtic, realizará un seguimiento durante sus actividades de buceo.
Este proyecto es parte del compromiso de largo plazo del Port de Tarragona para crear una «Anella Blava», una red de biodiversidad que garantice la conservación y restauración de los ecosistemas marinos del puerto. Con ello, el puerto no solo busca mitigar los efectos del cambio climático, sino también asegurar el futuro de actividades tradicionales como la pesca, garantizando un entorno marino saludable y sostenible.




