La iniciativa convierte el puerto deportivo en un refugio para la sargantana autóctona

Marina Ibiza ha puesto en marcha un proyecto medioambiental para la protección de la lagartija pitiusa (sargantana), especie vertebrada endémica de las Islas Baleares, amenazada por la proliferación de serpientes invasoras. Esta actuación se desarrolla en colaboración con el Consell Insular de Ibiza, el Ayuntamiento de Ibiza e IbizaPreservation.
El plan de acción contempla la instalación de trampas específicas para capturar serpientes, principalmente culebras de herradura (Hemorrhois hippocrepis), introducidas accidentalmente en la isla con olivos ornamentales procedentes de la península. Estas especies invasoras han colonizado gran parte del territorio insular, incluidos varios islotes, y constituyen una amenaza directa para la lagartija pitiusa, presente únicamente en Ibiza, Formentera y algunos islotes del archipiélago.
El entorno de Marina Ibiza alberga una población de sargantanas que habita en muros de piedra, jardineras y otras estructuras del recinto. Estas zonas, no diseñadas inicialmente como refugio, han demostrado ser espacios seguros que favorecen la supervivencia y reproducción de la especie. La marina ha diseñado un plan específico para preservar estas áreas e impulsar su uso como hábitat para la especie.
El proyecto incorpora también una campaña de sensibilización dirigida a clientes y visitantes con el objetivo de informar sobre la presencia de esta especie protegida y fomentar comportamientos respetuosos. La acción busca evitar molestias o daños a los ejemplares, así como alteraciones en su entorno, ya que la perturbación humana también representa una amenaza para su permanencia.
Las lagartijas pitiusas presentan una gran variedad cromática adaptada a su entorno: algunas poblaciones muestran colores verdes que se mimetizan con la vegetación, mientras que otras tienen tonalidades beige claro que les permiten integrarse con el sustrato arenoso. Se caracterizan por su tamaño, robustez y cabeza ancha, siendo los machos capaces de alcanzar los 20 centímetros de longitud.
El proyecto de Marina Ibiza responde a una situación ambiental crítica, marcada por el riesgo de desaparición de la lagartija pitiusa, único representante actual de la fauna vertebrada autóctona de las Pitiusas previa a la llegada humana. Esta actuación se enmarca en una estrategia de conservación más amplia que busca preservar la biodiversidad local y mitigar el impacto de especies invasoras en el ecosistema insular.