La escala en Palma forma parte de una expedición para estudiar la plastisfera y el impacto del plástico en los ecosistemas marinos

Marina Port de Mallorca ha acogido al velero Carlina, embarcación de 13,2 metros de eslora utilizada por la asociación Sea Plastics en una expedición científica que recorrerá más de 2.000 millas náuticas por aguas de Francia, Portugal y España. Durante su escala en Palma de Mallorca, una de las más de 30 previstas en esta travesía, la marina ha cedido un amarre al equipo como muestra de apoyo a esta iniciativa medioambiental.
Impulsado por Sea Plastics en colaboración con el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia, el proyecto tiene como objetivo el estudio de la plastisfera, nombre que recibe el conjunto de comunidades microbianas que colonizan los residuos plásticos flotantes en el mar. Esta investigación se centra, en particular, en cómo estas comunidades cambian entre entornos fluviales, atlánticos y mediterráneos.
A bordo del Carlina, un grupo de jóvenes voluntarios recolecta microplásticos utilizando una red de arrastre. Las muestras recogidas se almacenan congeladas para su posterior análisis en laboratorio. Según explica Amélie Baptee, miembro del equipo, la concentración de microplásticos en el Mediterráneo es notablemente mayor que en el Atlántico. “En el Atlántico necesitamos arrastrar la red durante una hora y media para obtener muestras suficientes, mientras que en el Mediterráneo bastan 30 o 45 minutos”, apunta.
Estas partículas son fundamentales en el análisis, ya que pueden albergar microorganismos, algunos de ellos potencialmente patógenos, que se adaptan a nuevos entornos marinos. Mallorca ha sido uno de los puntos clave de muestreo, y los resultados definitivos del estudio se conocerán en 2026.
Sea Plastics nació en 2016 de la mano de tres estudiantes de AgroParisTech con el propósito de unir ciencia, navegación y concienciación medioambiental. Desde entonces, nuevas tripulaciones toman el relevo cada año para continuar esta labor investigadora y educativa. En esta edición, por primera vez, la ruta abarca tanto el Atlántico como el Mediterráneo, destacando la fragilidad de este último debido a su escasa renovación de aguas y la alta concentración de residuos plásticos.
Desde Marina Port de Mallorca, entidad perteneciente al grupo IPM-IMG, se ha destacado el compromiso con este tipo de iniciativas. “Apoyar proyectos como el de Sea Plastics refuerza nuestra apuesta por la sostenibilidad y la protección del medio marino”, afirman desde la marina.