La embarcación de Juanma Pereiro se impone en una prueba de 9 millas con salida escalonada y viento del norte entre 8 y 14 nudos
El Kribi, un X 332 patroneado por Juanma Pereiro, se adjudicó la 40ª edición de la Regata a la Inversa-Trofeo BBVA celebrada en aguas del Abra. La prueba, disputada el 1 de mayo, reunió a 40 embarcaciones en un recorrido de 9 millas con salida escalonada según los ratings de cada barco y viento del norte de entre 8 y 14 nudos. El Kribi cruzó la línea de llegada a las 15.48 horas tras partir a las 14.05, alcanzando una ventaja suficiente sobre sus perseguidores en el tramo del Abra interior.
La segunda posición fue para el Txupinazo de Juan Valdivia, seguido del Thelonious de Jon Garay. El resto de embarcaciones que completaron las primeras diez posiciones fueron el Rat Pack de Javier Chávarri, el Maitena de Mikel Emaldi, el Alpega de Alfonso Churruca, el Getxo Bela Eskola de Perú Múgica, el Zur de Nico Jobbe-Duval, el Rural Kutxa de Perú Abásolo y el Symphony de Javier Onaindia.
La salida se produjo a las 13.52 horas con las embarcaciones Luna y Titina II, seguidas sucesivamente por Manila, Emilu, Galápagos, Galanta, Sinsorgo, Zuri, Terrible II, Quiloa, Aizian, Shere-Khan III, Txepin, Ramper, Kohen, Kribi, Free Spirit, Marmotinha, Chicharro, Alain, Calipso Dos, Nexus, Bacilón, Turi, Ausart, Getxo Bela Eskola, Obélix, Brut, Surne, Rural Kutxa, Fingolfin, Mandovi DalecandELA, Biobizz, Thelonious, Alpega, Txupinazo, Symphony, Rat Pack y Maitena, que comenzó la prueba a las 14.25 horas.
El recorrido, establecido por el Comité, consistió en un triángulo que incluía una boya próxima a La Galea y regreso al Abra interior. La regata se desarrolló en condiciones variables, con una jornada inicialmente nublada en la que el sol apareció cuando los primeros barcos cruzaban la meta. Las embarcaciones más pequeñas se vieron afectadas por la inestabilidad del viento en la zona de La Galea.
La Regata a la Inversa-Trofeo BBVA se ha consolidado como una de las competiciones náuticas más destacadas del Cantábrico, siendo una cita tradicional para regatistas y tripulaciones. En esta edición, el Kribi logró imponerse en una prueba caracterizada por la estrategia, el ritmo de persecución entre barcos y la gestión del viento.
