Familiares, amigos y aficionados podrán seguir la competición en primera línea y disfrutar de la travesía a Ibiza

La 37ª edición de La Ruta de la Sal Rumbo Ibiza, que dará comienzo el jueves 17 de abril, incorpora una novedad con el lanzamiento de un programa de acompañamiento dirigido a familiares y amigos de los regatistas, así como a cualquier aficionado que desee vivir la experiencia de la regata en primera línea. Este nuevo formato permitirá seguir la competición a bordo de cómodos catamaranes, disfrutando de la travesía desde el Real Club Náutico Dénia o Port Ginesta hasta el Club Nàutic Sant Antoni en Ibiza.
Con más de 100 embarcaciones preinscritas, La Ruta de la Sal se mantiene fiel a su espíritu original, atrayendo tanto a tripulaciones competitivas como a navegantes de perfil más familiar. Con el objetivo de acercar la vela de altura a un público más amplio, la organización ha alcanzado un acuerdo con Rumbo Norte Ibiza, empresa de chárter y patrocinador de la regata, para ofrecer este servicio a quienes quieran acompañar a la flota en su travesía sin necesidad de experiencia previa en navegación.
Los participantes en el programa podrán optar por la versión Denia o la versión Barcelona, viviendo de cerca la salida de la competición desde los pantalanes del Real Club Náutico Dénia o Port Ginesta, además de participar en la cena de bienvenida junto a los regatistas. Durante la travesía, la navegación se realizará a vela o a motor, en función de las condiciones meteorológicas, garantizando una experiencia segura y cómoda a bordo de catamaranes gobernados por capitanes profesionales.
Al llegar a Ibiza, los asistentes podrán disfrutar del ambiente en la llegada de la flota y compartir la experiencia con los regatistas en la cena y fiesta de clausura en el Club Nàutic Sant Antoni. Este programa también brinda a los regatistas la posibilidad de contar con un público que los anime en la salida, reforzando el ambiente de camaradería que caracteriza a La Ruta de la Sal.
El nuevo programa de acompañamiento refuerza el carácter inclusivo de la regata, ofreciendo la posibilidad de vivir de cerca la emoción de la competición y acercando la navegación de altura a un público más amplio.