La iniciativa busca facilitar la apertura de espacios en los barrios costeros y garantizar la seguridad de sus habitantes
En un esfuerzo por revitalizar las áreas afectadas por la erupción volcánica, el Cabildo de La Palma ha iniciado la instalación de 350 nuevos sensores de detección de dióxido de carbono (CO2) en los barrios costeros de Puerto Naos y La Bombilla. Esta acción tiene como objetivo monitorizar y evaluar la calidad del aire en estos lugares, lo que permitirá tomar decisiones informadas sobre la apertura gradual de nuevos espacios y servicios en la zona.
El presidente del Cabildo, Sergio Rodríguez, subrayó la relevancia de contar con datos precisos para gestionar adecuadamente la situación en el marco del Plan Especial de Inversión para la Recuperación de La Palma (Peinpal). Según Rodríguez, la instalación de estos sensores comenzó la semana pasada, con el despliegue inicial de medio centenar de dispositivos, y se espera que en los próximos días lleguen otros 300 sensores adicionales que serán distribuidos estratégicamente entre Puerto Naos y La Bombilla.
El presidente ha enfatizado que este esfuerzo es crucial para responder a las numerosas solicitudes de los residentes que piden la instalación de sensores en áreas que aún no cuentan con este tipo de monitoreo. «Con esta información, podremos avanzar en la toma de decisiones que afectan directamente a la comunidad», afirmó Rodríguez.
Además de la instalación de los sensores, el Cabildo está trabajando en medidas de mitigación que faciliten la apertura de negocios y espacios comunes. Según los últimos datos, algunos locales, como una farmacia, un restaurante y una heladería ubicados en la avenida de Puerto Naos, están próximos a recibir las autorizaciones necesarias para abrir al público, siempre que los datos de calidad del aire continúen mostrando tendencias positivas.
El presidente Rodríguez también mencionó que se están explorando opciones para reabrir áreas comunes y garajes de edificios, con el fin de permitir su uso por parte de las comunidades residentes. «Es fundamental que podamos reactivar toda la actividad que sea posible en el menor tiempo, ya que tanto vecinos como turistas están demandando estos servicios», subrayó.
La instalación de estos sensores de CO2 es un paso significativo en el proceso de recuperación y normalización de la vida en Puerto Naos y La Bombilla, y refleja el compromiso del Cabildo con la seguridad y bienestar de sus ciudadanos, así como con la reactivación económica de la región tras los devastadores efectos de la erupción.