Javier Sanz lidera esfuerzos por consensuar un plan estratégico orientado al desarrollo sostenible y la integración ciudad-puerto
El presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Javier Sanz, ha anunciado la paralización del proyecto de ordenación del puerto de Palma del año 2020, subrayando la necesidad urgente de definir un nuevo rumbo para la infraestructura portuaria. En ausencia de un plan futuro claro, Sanz ha enfatizado el compromiso de la APB por trabajar en una nueva reordenación que asegure el máximo consenso entre todas las partes involucradas.
Durante la última sesión del Consejo de Administración, se acordó iniciar la discusión sobre varias propuestas alternativas para la reordenación del puerto. Este proceso incluye la evaluación de diversas alternativas que están siendo compartidas y debatidas con múltiples sectores, con el objetivo de integrar sus comentarios en el proceso de toma de decisiones.
El proyecto original de 2020, que contemplaba un crecimiento significativo en las aguas interiores del puerto, fue abandonado debido a la oposición de sectores clave como las navieras y el sector de reparación de embarcaciones. Las principales preocupaciones incluían la posible congestión en el área del dique del Oeste y la limitación de espacio frente a la Catedral, que según el sector de reparaciones podría integrarse de manera más fluida con la ciudad.
El nuevo enfoque propuesto por Sanz se centra en cuatro pilares fundamentales: mantener la simultaneidad de las operaciones portuarias en diferentes muelles, reducir el espacio dedicado a cruceros concentrándolos en áreas específicas, trasladar gradualmente la reparación de embarcaciones a ubicaciones estratégicas, y aumentar el espacio destinado a iniciativas culturales, educativas y deportivas frente a la Catedral.
Este cambio estratégico refleja un compromiso renovado hacia un modelo económico diversificado y compatible con el bienestar social. Javier Sanz ha enfatizado la importancia de proyectos que mejoren la calidad de vida de las ciudades y sus habitantes, alineándose con tendencias globales que priorizan la eficiencia operativa y el retorno social de las inversiones portuarias.
En resumen, la iniciativa liderada por la APB busca redefinir el puerto de Palma como un motor de desarrollo sostenible, promoviendo la integración puerto-ciudad y favoreciendo la diversificación industrial, en línea con un compromiso firme hacia la responsabilidad social y la mejora continua de la competitividad del destino.